El asunto de la obediencia y la dominación: El líder carismático y la dominación carismática.
La obediencia como concepto en Teoría
Política, está ligada inextricablemente a su fuente de origen: la obligación política. En el contexto
de las reflexiones más antiguas al respecto, mismas que se remontan a Platón y
Sócrates, el punto crucial de la obligación política radica en la proposición
afirmativa acerca de si la gente tiene o no la obligación de obedecer, en
particular de obedecer la ley. Y como afirma Barbara Goodwin, por ejemplo, para
el Estado “…es útil poder afirmar el deber general de los ciudadanos a obedecer
las leyes y respetar al gobierno, empleando alguna de las explicaciones de la
obligación…”[1]
Dice Weber al respecto:
“Obediencia” significa que la acción de quien obedece se
desarrolla básicamente como si esa persona hubiera convertido en máxima de su
comportamiento el contenido de la orden por sí mismo, es decir, solamente por
la relación formal de obediencia sin tomar en consideración su propia opinión
sobre el valor de la orden como tal.”[2]
Desde esta
perspectiva, la orden en sí misma adquiere significación única en la acción de
quien obedece. Ahora bien, también dice Weber que a pesar de la existencia de
una orden que condiciona la acción, un individuo o grupo entero de individuos “pueden aparentar la obediencia por puro
oportunismo, la pueden ejercer en la práctica por intereses materiales o la
pueden asumir como algo inevitable por debilidad o desamparo.”[3]
“Llamamos “carisma” a la cualidad de una persona
individual considerada como una cualidad extraordinaria (…) Por esta cualidad
se considera que la persona que la posee está dotada de fuerzas o propiedades
extraordinarias,
no accesibles a cualquier persona o que es una persona enviada por Dios o una
persona modélica y que, por lo tanto, es un “líder”.”[6]
Ese líder modélico, excepcional y único, dotado de cualidades no comunes y que se percibe como un “enviado de Dios”, es aquel a quien Weber define como el “Líder Carismático”[7]. De ese líder carismático surge lo que el filósofo y sociólogo alemán define como dominación carismática, esto es, un tipo de dominación que existe en función de un líder que por su carisma, se garantiza o garantiza que las órdenes se conviertan y verifiquen, expresa y resueltamente, en acciones. Acerca de ese líder carismático, el ejercicio de su dominación y la naturaleza de su relación con el poder político, se hará exposición en un próximo artículo. Líder, poder, obediencia y dominación marchando en armoniosa secuencia.
[1] Goodwin, Bárbara; El uso de las ideas políticas. PENÍNSULA. Barcelona, 1988. Pág.134.
[2] Weber, Max; Sociología del Poder. ALIANZA. Madrid, 2007.Pág.63.
[3] Weber…Op.Cit…Pág.63.
[6] Weber…Ibíd…Pág.113.
Un líder carismático no prospera en su deseo de dominación si no cuenta con un poder militar, económico y político que lo respalde. Más que un líder único y solitario, lo que se conforma es un consorcio de fuerzas para sacar provecho del dominio de las mayorías anestesiadas, que apenas luchan para sobrevivir.
ResponderBorrarPues hay excepciones a su regla, estimado, Ghandi, en la antigua India, y lamentablemente Chávez, en la antigua Venezuela.
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